martes, 16 de julio de 2013

La Solución a los Problemas de la Vida


 La Solución a los Problemas de la Vida

Cuando Thomas Edison había alcanzado ya fama internacional, le aconsejaron que hiciera que algunos científicos fueran a su laboratorio y lo ayudaran a comprender por qué algunos de sus inventos habían funcionado.

Edison no veía la utilidad de eso, pero como tenía una mente abierta estuvo de acuerdo. Como resultado de ello, un brillante científico e investigador alemán llegó hasta su laboratorio para explicarle los principios en los que se basaban algunas de sus innovaciones.

Edison le entregó al hombre un globo al que le había dado forma de calabaza y le dijo: "Averigüe el contenido cúbico de esto".
Pasaron las semanas y finalmente Edison buscó al hombre para preguntarle por qué no le había respondido.

El científico comenzó a darle una larga y pesada explicación acerca de las dificultades para resolver el problema por medio de la matemática superior. Entonces Edison tomó el globo, lo llevó hasta una pileta cercana y lo llenó de agua. Luego traspasó el contenido a un tubo graduado y sosteniéndolo en su mano declaró: "Este es el contenido cúbico".

La solución para la mayoría de los problemas es probablemente más sencilla de lo que creemos. Por lo general provienen de la comprensión de los principios básicos, los porqués de la vida.

La persona que sabe el CÓMO siempre tendrá empleo. La persona que sabe el PORQUÉ Siempre será su jefe.

Disparando sin blanco





Disparando sin blanco

Un día, «Charlie Brown» (el de las tiras cómicas) estaba en el patio trasero de su casa practicando tiro al blanco con su arco y sus flechas.
Templaba el arco y lanzaba la flecha a una cerca. Luego, iba donde había caído la flecha y dibujaba un blanco a su alrededor.
Luego de tirar varias flechas y arcos más tarde, Lucy le dijo: «No puedes practicar tiro al blanco de esa manera. Primero dibuja el blanco, entonces tira la flecha». La respuesta de «Charlie» fue: «Lo sé, pero si lo haces a mi manera, ¡nunca fallarás!»
Lamentablemente, muchas personas conducen sus vidas como «Charlie» las flechas. Nunca dibujan un blanco, por lo tanto nunca fallan el blanco. Pero nunca dan en uno, tampoco.
Cuando era niño, mi padre decidió construir una cancha de básketbol para mi hermano y yo. Hizo una plataforma de cemento, puso un tablero en el garaje y estaba a punto de poner la canasta, cuando fue llamado de urgencia para una emergencia. Prometió ponerla tan pronto como regresara. No hay ningún problema, pensé.
Tengo una flamante pelota de baloncesto y una nueva plataforma de cemento sobre la cual rebotar mi pelota. Durante unos minutos jugué con mi pelota sobre el cemento. Pronto me aburrí, y lancé la pelota al tablero una vez. Dejé que la pelota rodara fuera de la cancha y no la volví a tomar hasta que papá volvió para poner el aro. ¿Por qué? Porque no hay ninguna gracia en jugar baloncesto sin un aro. Lo bonito es tener algo por qué esforzarse.


Tomado del libro Actitud de vencedor. John C Maxwe

Cincuenta maneras de amar a su pareja


1. Primero ámese cada uno a sí mismo.
2. Empiecen el día abrazándose.
3. Desayunen en la cama.
4. Díganse te amo cada vez que se separen.
5. Elógiense en forma espontánea y sincera.
6. Reconozcan y festejen sus diferencias.
7. Vivan cada día como si fuera el último.
8. Escríbanse cartas de amor inesperadas.
9. Planten una semilla juntos y cuídenla hasta su madurez.
10. Salgan juntos una vez por semana.
11. Envíe flores sin razón alguna.
12. Acepte y âme a los imagos y la familia del otro.
13. Escríbanse notas que digan te amo y colóquenlas por toda la casa.
14. Deténganse e inhalen el aroma de las rosas.
15. Bésense sorpresivamente.
16. Disfruten hermosas puestas de sol juntos.
17. Sean sinceros al disculparse.
18. Sean indulgentes.
19. Recuerden el día en que se enamoraron, y reconstrúyanlo.
20. Tómense de las manos.
21. Díganse te amo con los ojos.
22. Permita que ella llore en sus brazos.
23. Exprésele que lo comprende.
24. Brinden por su amor y compromiso.
25. Hagan algo que los anime.
26. Permítale que ello lo dirija cuando esté perdido.
27. Ríanse de sus chistes.
28. Aprecien su belleza interior.
29. Hagan las tareas de la otra persona por un día.
30. Alienten sueños maravillosos.
31. Exprésense muestras de afecto en público.
32. Dense masajes amorosos sin restricciones.
33. Escriban un  diario de su amor y registren momentos especiales.
34. Tranquilice los temores del otro.
35. Caminen descalzos juntos por la playa.
36. pídale a ella que se case de nuevo con usted.
37. Responda con un sí.
38. Respétense el uno al otro.
39. Sea el mayor admirador de us pareja.
40. Dé el amor que su pareja desea recibir.
41. Dé el amor que usted desea recibir.
42. Muestre interés en el trabajo del otro.
43. Trabajen juntos en un proyecto.
44. Constrúyanse una fortaleza con mantas.
45. Colúmpiense tan alto como puedan en un columpio a la luz de la luna.
46. Hagan un día de campo dentro de casa en un día lluvioso.
47. Nunca se acuesten enojados.
48. Ponga a su pareja primero en sus oraciones.
49. Dense un beso de buenas noches.
50. Duerman  muy juntos.
Mark y Chrissy Donnelly
Se crece cuando uno acepta la realidad y posee suficiente aplomo y equilibrio para vivirla.
Se crece cuando uno mantiene un ideal, fortalece su voluntad y se apoya en su fe.
Se crece cuando uno asume su destino pero se empeña en trabajar para modificarlo si es necesario.
Se crece cuando uno admite su
pasado, construye el presente y
proyecta el futuro.
Se crece cuando uno se valora a sí
mismo sin dejar de valorar a los demás.
pp-crece18dSe crece cuando uno recorre la vida
con la verdad, sin oscuros secretos
y sin hipocresías ni falsedades.
Se crece cuando uno permite que
su conciencia apruebe los dictados
de su corazón y su mente.
Se crece cuando uno se siente feliz
escuchando, ayudando o dando a los
demás, sin esperar recompensa alguna,
pero alegrándose al recibir algo por más
pequeño que sea.
Se crece cuando uno no actúa cínica
o cobardemente ni usa máscaras según
las personas y es coherente en todas
las circunstancias.
Se crece cuando uno experimenta que
al abrir un surco de respeto y al echar
en él semillas de bondad, se cosechan
frutos de amor.
Se crece cuando uno aprende a pronunciar
con sinceridad palabras como “gracias”, “me
equivoqué”, “te necesito”, “perdón”, “tienes
razón” y “te amo”.
Se crece cuando uno puede enfrentar
otoños e inviernos, aún perdiendo hojas
o temblando de frío.
Se crece cuando uno frente a una mirada
hostil o un gesto agresivo puede esbozar
una sonrisa como respuesta.
Se crece cuando uno se libera de la
pesada carga de rencores, de mentiras,
de infidelidades, de soberbia y de
egoísmos.
Se crece cuando uno se anima a volar
alto como un águila, a sostenerse como
un árbol o a iluminarse como una estrella.
Se crece cuando uno cree que es capaz
de transformar deseos e ilusiones en
realidades, sin permitir que se apague la
llama de la esperanza.
Se crece cuando uno comprueba que el
verdadero amor significa tolerar, ceder,
sufrir, llorar y…  aún renunciar.
Se crece cuando uno se da cuenta
que sólo se puede dejar de crecer el
último instante de su vida…
Permitámosnos crecer,
agradeciendo a DIOS todo los que nos dá…besos,
M. Teresa*

Fuente: Renuevo de Plenitud

domingo, 7 de julio de 2013

Una guía sobre como invertir tu tiempo.


Siempre hemos sabido que el tiempo es limitado, con una cantidad finita por día, por mes, por vida. Sin embargo, su disponibilidad inmediata y su naturaleza universal, a menudo lo hacen parecer un recurso ilimitado.      
    


Aunque hay sólo 24 horas por día, recibimos un día nuevo y completo cada 24 horas. El tiempo sigue viniendo a nosotros ya sea que lo desperdiciemos o lo invirtamos. A cada instante, estás haciendo una inversión. A veces esa inversión genera dividendos increíblemente altos. Otras veces, pérdidas enormes.

Lo que estás invirtiendo permanentemente es tu tiempo. Sin lugar a dudas, es una de las cosas más valiosas que tienes. Una vez que lo has invertido no hay marcha atrás. El tiempo es una inversión de la cual nunca podrás recuperar el capital inicial. Lo que recibes son los dividendos, por lo tanto es fundamental que tu tiempo sea invertido con inteligencia y eficacia para conseguir el mejor y más alto rendimiento.

Cuando el dinero es invertido con sensatez, genera un retorno valioso. Lo mismo vale con el tiempo. Puedes gastar tu tiempo o puedes invertirlo. Si solo lo gastas, se va para siempre dejandote con las manos vacías.  Cuando lo tratas como una inversión,  podrás combinar su valor, agregando calidad y sentido a tu vida y a la vida de los demás.

La idea es que consideremos al tiempo como una inversión.  Al igual que una inversión financiera, el objetivo al invertir tu tiempo el de maximizar el retorno por el monto invertido. Recuerda una vez que lo has invertido no hay marcha atrás.  El tiempo es una inversión de la cual nunca podrás recuperar el capital inicial!! Demasiado a menudo fracasamos al considerar el componente tiempo de nuestras decisiones, acciones o compromisos.

A menudo permitimos que los demás roben nuestro tiempo, simplemente porque olvidamos tomar conciencia del valor que este tiene. Si un extraño se acercara a ti en un aeropuerto y te pidiera 20 dólares probablemente darían media vuelta y te marcharias sin más  Pero si llamas por teléfono para hacer la reserva de un vuelo y te dejan en espera durante 15 minutos, estas básicamente regalando tu tiempo, algo ciertamente más valioso que el tienero.

Esto no quiere decir que debas acaparar tu tiempo. De hecho, no puedes hacerlo.Sólo puedes usarlo a medida que viene, y, en ese contexto, el grado en el cual lo utilices sabiamente, al fin de cuentas, depende sólo de ti. La cuestión es ser consciente de tu tiempo y de su valor.

Utilízalo para algo que valga la pena. Decide como lo invertirás. Trátalo como el recurso escaso y valioso que es.

Todo aquel que alguna vez logro algo, lo hizo invirtiendo tiempo en ese logro. Cada día, tu tienes tanto tiempo como los demás. Tienes las mismas 24 horas que tienen las personas más exitosas y competentes. 

Invierte ese tiempo inteligentemente, y tus dividendos serán tan asombrosos como los de ellos.

Autor desconocidoImagén: gestiocriticos.wordpress.com