Si nunca rompes un racimo de uvas,
Si nunca te arriesgas a perder
nunca te darás la oportunidad de ganar.
Si nunca afrontas la pena de partir,
nunca conocerás la alegría del regreso.
Si nunca sufres muriéndote en la siembra,
nunca gozarás renacido en la cosecha.
Si nunca te dueles bajo el peso de tu culpa,
nunca saborearás el alivio del perdón.
Si nunca mueles los granos de tu trigo,
nunca conocerás el sabor del pan.
Si nunca afrontas el miedo de dejar de ser como eres,
nunca descubrirás la alegría de ser como puedes ser.
Si nunca estás dispuesto a dejar todo lo que tienes,
nunca sentirás que lo tienes libremente.
Si nunca estás dispuesto a morir por una causa,
nunca sabrás para que vives.
Si nunca encaras tu pena,
nunca conocerás la dicha del que deja de llorar para
reír.
Si nunca te arriesgas a cruzar el río,
nunca sabrás lo que te aguarda en la otra orilla.
-Autor desconocido.